Un simple gesto como el de tirar la cadena para hacer desaparecer lo que haya en el váter, nos tiene que hacer conscientes que aquello que aparentemente se volatiliza, son una fuente de contaminación importante por los malos hábitos de algunos ciudadanos. Ya sea por desconocimiento o por desinterés.
Ya que no sólo son una grave fuente de contaminación las industrias o los automóviles, también el sinfín de objetos, líquidos y sustancias tóxicas que deberían eliminarse de otro modo. Elementos que dificultan el tratamiento de las aguas fecales, si fuera el caso de existir depuradoras. Ya que no siempre es así.
Entre otros objetos más comunes que se tiran por el váter están las toallas húmedas, la lejía, que se podría substituir perfectamente por el vinagre blanco, los condones, los pañales, el amoníaco, los medicamentos, los cigarrillos, las pinturas, los disolventes, los detergentes y los jabones.
También se tiran por el WC sin miramientos, las grasas y los aceites alimentarios, pero también los de los coches. Muchos pesticidas y tratamientos para las plantas, así como también insecticidas, animales muertos, gasas, jeringuillas y un largo etcétera.
Con estas acciones se contaminan ríos y mares, afectando al medio ambiente y a los ecosistemas y al fin y al cabo, afectando también a nuestra salud y a la del resto de animales.