Esta semana hablamos de la alergia al polvo doméstico, responsable importante de muchas afecciones, en especial de Rinitis y Asma Perennes. Por lo que el objetivo fundamental del control ambiental es evitar el contacto de la persona con el alérgeno causante de su alergia.
El polvo doméstico está constituido por una gran cantidad de materias de diferente origen y composición, como pueden ser: restos de pelos, de plumas, fibras textiles, escamas de piel humana y de animales, polen, hongos, bacterias, polución, químicos y ácaros. Éstos ultimos son los principales responsables de la alergia al polvo. Los ácaros, no estan sólo en el polvo de las casas, sino también, en aquellos lugares donde se guardan granos, heno, piensos, harinas y en general alimentos para el hombre y para los animales.
Asi, podemos distinguir varias familias o tipos de ácaros, que se dividen en Acaros Mayores, que son los típicos del polvo de las viviendas (Dermatophgoides Pteronyssinus) y Acaros Menores, que habitan más en granjas o almacenes, aunque tambien en menor cantidad en las casas (Lepidoglyphus Destructor).
Los ácaros son pequeños arácnidos no visibles a simple vista, que miden aproximadamente un tercio de milimetro. Se ha comprobado que son las heces de éstos las que muestran mayor capacidad de producir alérgia. Son casi esféricas y de un tamaño muy pequeño, capaz de poder permanecer en suspensión en el aire y alcanzar las vias respiratorias. Cada ácaro produce unas veinte deyecciones al dia. Las hembras ponen de 25 a 50 huevos y una nueva generación de adultos aparece cada tres semanas.
La mayor parte de los ácaros crecen alimentándose de escamas que desprende nuestra piel o la de los animales domésticos. Una persona desprende aproximadamente un gramo y medio de escamas al dia, ¡cantidad suficiente para alimentar cien mil ácaros!
Dentro del hogar huyen de la luz y se acumulan especialmente en las moquetas, alfombras, tapicerias, edredones, almohadas y colchones. En general en todos los materiales textiles. En los colchones y almohadas es donde se encuentran en mayor número. En estos sitios tienen el grado de calor y humedad necesarios para desarrollarse, así como su alimento principal, las escamas de nuestra piel.
Por lo tanto, viven sobre todo donde existan condiciones de humedad elevada. Éste es, quizás el factor más determinante, siendo la humedad óptima para reproducirse entre 55 y 80%. Por debajo de 50% de humedad practica mente no pueden vivir.
Las épocas en que más se reproducen y, por lo tanto, más molestias ocasionan, son los equinoccios, es decir Otoño y Primavera, al existir temperatura y humedad elevadas. Ahora bien si la temperatura aumenta mucho en verano, con disminución de la humedad ó desciende mucho, como en las montañas, hay menos ácaros y por lo tanto menos sintomas. Éste sería un lugar ideal de vacaciones.
De lo dicho anteriormente, se deduce que las zonas geográficas donde hay más ácaros son las zonas costeras o las islas, y existen menos en el interior del país. Lo ideal seria tener una casa “hipoalergénica” en la que participarían en su construción arquitectos, ingenieros y médicos, con materiales adecuados, no contaminantes, sistemas de ventilación, humedad y temperatura controlados.
Pero como ésto aún no es una realidad, tendremos que conseguir que nuestra casa sea lo más saludable posible con los medios a nuestro alcance, poniendo toda nuestra voluntad, pues la tarea es árdua y dificil y por regla general no se toma en serio, lo que resulta una gran equivocacion, pues si se lleva a cabo adecuadamente el beneficio es grande para la persona afectada y para toda su familia.
En el siguiente artículo, explicaremos normas de desalergenización en nuestro domicilio, en el caso que seamos alérgicos al polvo y a los ácaros.