Podemos decir que la Naturaleza tiene formas de gestionarse que le permiten mantener en el ambiente, en condiciones normales de baja contaminación un cierto equilibrio de iones positivos y negativos.
Para entender de qué se compone este equilibrio, hablamos de la concentración normal de iones en el aire. Y éste se encuentra entre los márgenes de 1000 y 2000 iones por centímetro cúbico aproximadamente, con una proporción de 5 iones positivos por cada 4 iones negativos.
Estudios demuestran que el excesivo predominio de iones positivos perjudica nuestra salud y la del resto de seres vivos. Un exceso de iones positivos debilita al organismo, dificulta la buena circulación del riego sanguíneo, genera disminución de nuestras defensas inmunológicas, además de acarrear problemas respiratorios.
En cambio, una estancia prolongada en ambientes cargados con iones negativos en una proporción doble o triple a la normal es beneficioso para la salud de los seres vivos.
Una de las razones por las que los ambientes contaminados o sucios tienen más carga de iones positivos es debido a que el polvo que se encuentra en suspensión en el aire atrapa los iones negativos, por esta razón en estos entornos predomina el ambiente cargado positivamente provocando dificultad al respirar.
Por otro lado, las pequeñas, y a veces invisibles, gotas de agua en el aire atrapan los iones de carga positiva dejando así el entorno cargado negativamente. Ésto explica porqué después de llover, cerca de una cascada o en el medio de un bosque espeso el ambiente se hace tan agradable.
Éste sería el proceso que emularía nuestra Hyla GST. El aire, qué pasa a través del aspirador, vuelve a salir limpio e ionizado por el efecto del agua, a través de su sistema único y patentado.
Además, en ambientes donde predominan los iones de carga negativa sobre los de carga positiva el desarrollo de las plantas es espectacular.
Sinó, ¡¡pruébalo!!